Más de 300 padres y educadoras ya han
mostrado su rechazo a una medida «que afectará a la calidad del servicio»
14.02.12 - 02:41 - O. ESTEBAN | GIJÓN.
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La comunidad educativa de las escuelas infantiles de Gijón no se resigna a
la decisión tomada por el Principado de reajustar sus plantillas, al considerar
que había excedentes. Desde que hace unas semanas el equipo de gobierno
trasladara la situación a los sindicatos municipales no han cesado las
protestas. De hecho, en este tiempo tanto las educadoras de las escuelas como
los padres de los pequeños han iniciado sendas recogidas de firmas en contra de
los recortes. Entre las primeras, unas 70 han plasmado ya su desacuerdo. En
cuanto a las familias, más de 250 padres y madres se han sumado a la
iniciativa. Por el momento, han entregado en el registro municipal los primeros
documentos con las firmas, pero continúan con la recogida de apoyos.
Para unos y para otros, la preocupación máxima es que «la calidad del
servicio puede verse afectada». Porque lo que se ha hecho es dotar de personal
la escuela de Nuevo Gijón, de reciente apertura, con los trabajadores
excedentes (según la ratio del Ejecutivo asturiano) de otros nueve centros de 0
a 3 años de la ciudad.
Tan sólo ha quedado fuera de la reorganización la escuela de La Camocha, la
penúltima en abrir y que ya se dotó de personal con esta misma fórmula. Tras
los ajustes, aún 'sobraban' de la plantilla municipal dos educadoras que tenían
contrato a media jornada. Ahora, esas dos personas han sido destinadas a cubrir
las bajas que se vayan produciendo en cualquiera de las once escuelas
infantiles del concejo. El resumen es que la misma plantilla que atendía nueve
escuelas (algo más de un centenar de educadoras) ahora atenderá once.
En el escrito que está circulando entre los centros, los padres de alumnos
manifiestan «nuestro más profundo desacuerdo con unas medidas que están
mermando la dotación de personal y prestaciones educativas» de las escuelas
infantiles. A su juicio, «se están haciendo recortes en un pilar básico de
nuestra sociedad» que en este caso concreto, además, facilita la «conciliación
de la vida laboral y familiar». Por todo ello, solicitan «una rectificación
inmediata» al Principado y el Ayuntamiento.
«Precariedad laboral»
Por su parte, las trabajadoras añaden a todo eso las quejas por la
«precariedad laboral del colectivo, que es maltratado continuamente por las
administraciones. Nadie ha querido dar una solución», protestan, a esa precariedad.
También ponen de manifiesto la «falta de cobertura de bajas de larga duración»
y solicitan que se cubran en un corto plazo. «Hasta la fecha, las carencias se
suplieron gracias al buen hacer de las trabajadoras y al empeño de las mismas»,
aseguran.
La polémica por los centros infantiles llegó al Pleno el pasado viernes y
el concejal de Educación, Carlos Rubiera, defendió la ratio impuesta por el
Ejecutivo regional al considerar que «es suficiente para dar un buen servicio»
a los pequeños.
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